pero preferí la vida,
quise ser poeta,
pero caí en el viento,
sin interrupciones
ni declives.
Amarré la tinta en mis dedos
y volé por lo inútil,
allí corté mis alas
para saborear la arena.
Quise ser poeta,
mirando arriba,
buscando halagos,
letra impresa,
palabras y malabares.
Imaginé mil mundos,
sin mil derrotas,
sin atisbar siquiera
la mano en mi nuca.
¿Mereció la pena?
Quise ser poeta,
quise ser poeta...
y llegaste tú.
En mi espacio flickr.
2 comentarios:
En esa fecha yo vivía aún en Cádiz, anda que si me llego a encontrar contigo de esa guisa que no me río ná...
Jejejeje, pero vamos, que sigo con los malabares. Eso de contar anécdotas y gustos en las listas de correos... ya ves que yo no lo he contado todo :P
Publicar un comentario